Mucha Miga se reinventa. Tras la barra del acogedor local que regentan desde hace tres años Nonia Villa y Eduardo Pérez se escondía algo más que un delicioso café y una caña. Las manos de Eduardo Pérez son las artífices de las masas de todos sus productos: panes espectaculares, bollos y dulces eran los culpables de que su clientela repitiera una vez tras otra.

Pero como dijo aquel, no sólo de pan vive el hombre. Nonia Villa, abocada a ser artista, quizás por su padre Ramón, quizás porque esa sangre corre inevitablemente por sus venas y porque además se formó para ello, no puede evitar sacar a la luz sus creaciones en este pequeño rincón que se esconde entre las torres de Botines. Detrás de la barra es donde Nonia tiene su taller en el que se recrea con sus decoraciones para eventos.
Esta joven pareja leonesa es la que le ha dado la vuelta a esto del café-bar y como ninguno de los dos puede dejar de crear han destinado su bombonera a algo más que un bar. Llevan cabalgando entre eventos y el bar desde junio pero ahora han decidido dedicar todo su tiempo a realizar eventos. Cestas de regalo para desayunos, cumpleaños, maternidad llenas de sabrosos bocados dulces y salados con un toque artístico, como sus mesas para celebraciones destinadas a niños o a adultos generalmente con alguna temática concreta. Además ofrecen su local para hacer celebraciones privadas a puerta cerrada para un aforo máximo de 20/25 personas.

Arte con Mucha Miga

Edu y Nonia ofrecen también talleres infantiles de arte, manualidades y repostería para las mañanas de los sábados y vacaciones.
Nonia Villa tiene punto de venta también en Madrid en Candelabro Niños, http://www.candelabroniños.com