Quién nos iba a decir cuando nos contaban aquel milagro de Jesucristo que alguien iba a poder repetir aquello de convertir el agua en vino. O eso es lo que afirma una bodega de ‘vinos’ de San Francisco, Ava Winery, quienes aseguran que están haciendo vinos de autor sin necesidad de utilizar las uvas o la fermentación.
Lo que hacen es mezclar compuestos de etanol y otros productos químicos. Previamente analizan un vino concreto a nivel molecular para determinar su composición y después lo ‘recomponen’ con esa fórmula. Hacen una réplica utilizando técnicas con nombres de lo más complicado: espectrometría de asa de cromatografía de gases y técnicas de biotecnología con las que pretenden crear los vinos del Nuevo Mundo. Incluso se han atrevido con una réplica de Dom Perignon de 1992.
Lo cierto es que a pesar de sonar muy profesional todo, con ingredientes como ácido tartárico, málico, polvo de tanino, glicerina vegetal o etanol, no tiene uva, y eso no es vino, el vino se hace con uvas, de toda la vida.