El Oming (Orgasm Meditation) o meditación sexual es una práctica con la que se puede llegar a prolongar el placer del orgasmo hasta quince minutos.
Sus creadores, el investigador Ken Blackman y la escritora Nicole Deadoney, aseguran que es una técnica que se concentra solamente en el placer individual y no en el placer recíproco.
El Oming considera el orgasmo como un nutriente vital que regenera y renueva a cada persona. La sensación de desasosiego existencial se sacia a través del orgasmo que es el que crea la conexión necesaria con nuestro yo interno.
Para ello se estimula el clítoris con la ayuda de alguien durante 15 minutos en unos “nidos”, unas colchonetas de yoga cubiertas de mantas, almohadas y lubricante orgánico. Mientras se estimula el clítoris de forma aséptica y nada sentimental el yo físico se concecta con el yo interior finalizando con un éxtasis espiritual, un orgasmo conectado de una forma espiritual con el interior del cuerpo.
Esta técnica aseguran que ayuda a fomentar la estabilidad emocional y permite una conexión más plena con la pareja. De hecho hay cursos para aprender este tipo de meditación. Más información en http://www.onetaste.us