El futuro ya ha llegado pero las que iban a ser las gafas del futuro se han quedado por el camino. Hace dos años el gigante Google anunciaba sus famosas gafas como algo revolucionario. Una revolución tecnológica que resultaba de lo más atractiva pero que, a día de hoy, se ha quedado en un bluf.
A pesar de la gran campaña de marketing, apoyada por muchos famosos, a los que recordamos con las gafas, incluso Felipe VI hizo sus pinitos tecnológicos con ellas, y también del precio, relativamente asequible y que, a buen seguro, los techies estaban dispuestos a pagar, unos 1.000 euros, no han llegado a donde se podía esperar.
Y ¿por qué un proyecto tan ambicioso y tan útil se ha quedado en el cajón? Por lo visto el hecho de que su creador, Babak Parviz, abandonó el proyecto por Amazon. Google reaccionó y centró sus posibles clientes en el mercado de las empresas y ámbitos exclusivos sin llegar a cubrir sus expectativas. Sin embargo es de esperar que un monstruo como Google reaccione y nos sorprenda con una vuelta de tuerca más.