La realidad siempre supera la ficción. Aquella frase de ‘si las vacas volaran’ se queda corta al lado de una de las estrellas de los amantes de lo friki. Se llama Smithfield, aunque algunos le han puesto ya el sobrenombre de Pigcasso y es un cerdo que pinta cuadros. Ahí es nada. Este pink painter se está haciendo famoso por coger en su hocico un pincel y mover la cabeza para deslizar los trazos sobre un lienzo que le colocan delante. Lo más sorprendente es que cuenta con una página web en la que se pueden comprar sus cuadros desde cerca de 50 euros en adelante y hasta un pork folio. Con lo bien que se les da hacer jamones…