Decir ‘orgasmo cerebral’ suena muy estimulante, sin embargo se trata de un universo aún desconocido y etiquetado recientemente.
El término menos coloquial es ASMR, que son las siglas de Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma, una sensación muy agradable que se produce en el cerebro y que, según las investigaciones, tan sólo una de cada mil personas pueden sentirlo.
Es un fenómeno cuyas sensaciones producen un hormigueo en la cabeza que comienza por la nuca, algo parecido a una pequeña descarga eléctrica que se extiende por hombros, brazos, espalda y cabeza, una sensación de placer pero sin excitación sexual y no comparable con otras sensaciones de bienestar.
Y la cuestión es qué provoca esa sensación de plenitud. Por lo visto los susurros, la atención personal, sonidos crujientes o movimientos cuidadosos y lentos son la clave.
Existen multitud de videos ‘porno’ en las redes con auténticos especialistas doblando con mucho cariño una toalla, o arrugando un papel de forma delicada, actividades que provocan auténticos orgasmos cerebrales a los que ‘padecen’ ASMR, quienes parece ser que tienen estas sensaciones desde la infancia. Videos en youtube para dar placer a una comunidad que poco a poco toma más consciencia de su propia existencia.