Está claro que lo mejor para la salud es dejar de fumar, pero para aquellos que no se encuentran con fuerzas o no quieren, surge una iniciativa británica con la idea de contribuir a mejorar el medio ambiente.
Se trata de introducir en los filtros de los cigarrillos semillas de flores silvestres que darán origen a una planta de forma natural. La marca Cigg Seeds es la responsable de la fabricación de estos filtros que pueden contribuir con un pequeño gesto a que los fumadores cuiden de la naturaleza.
Desde luego fumar no será más sano pero al menos las colillas serán un poco menos feas y contaminantes, y hasta los ceniceros se convertirán en ramilletes.