Ay el amor que todo lo puede. El día de San Valentín parece tener cada vez más adeptos, claro que quizás no nos quede otra debido a la cantidad de publicidad y de corazones que vemos en estas fechas según salimos a la calle.

Y al corazón precisamente nos remitimos. ¿Por qué el símbolo del corazón es como es, si realmente un corazón no tiene mucho que ver con esta forma? ¿Y por qué se celebra el día de San Valentín?

Podríamos hacer un estudio en profundidad sobre los orígenes de este símbolo pero vamos a intentar resumir un poco. El origen del símbolo del corazón parece ser que se remonta a la época romana, donde existía una hierba llamada silphium que era muy apreciada por griegos y romanos por ser utilizada como uno de los primeros anticonceptivos, y por tanto, poder dar una gran plenitud en las artes amatorias, sin que esto supusiera tener descendencia. El silphium iba asociada con el sexo y el amor y adquirió tanta importancia que hasta las formas de sus semillas estaban troqueladas en las monedas de la época (una forma muy similar a la del corazón que hoy se dibuja).

Pero no fue hasta la edad media cuando realmente el símbolo del corazón tal y como lo conocemos hoy alcanzó su máximo esplendor gracias a los pintores de la época, quienes lo plasmaron y le dieron el significado de corazón igual a amor. Este amor hacia los demás del que se aprovecharon la iglesia católica y que difundieron de forma universal. Y fue cuando nació el concepto de San Valentín, porque por lo visto el 14 de febrero era cuando se apareaban los pájaros.

Por supuesto las teorías son infinitas, los hay que dicen que el corazón se puede interpretar como los glúteos de una mujer cuando se encuentra sentada, los pechos y brazos de una mujer cuando cruza las manos sobre el vientre o la apariencia del vello púbico en el monte de Venus.

Cada uno que lo interprete como quiera. Lo que está claro es que este símbolo ya no lo podemos dejar pasar por alto porque hasta en la grafía de muchas personas ponen corazones en vez de puntos sobre las íes. Lo importante es querer y amar y disfrutar al máximo. Así que ¡Feliz San Valentín a todos!