Y sin darnos cuenta se nos ha echado la Navidad encima y volvemos a recurrir al espumillón, el árbol y las bolas de todos los años, amén del Belén y el ramo leonés, ése que no falte. Desempolvamos las cajas y volvemos a colocar cada cosa en su sitio. Pero ¿por qué no cambiar un poco?
Introducir novedades en una tradición tan consolidada puede ser divertido y entretenido. La tan extendida moda del DIY puede ser una buena opción para sorprender a tus invitados. Hay opciones para todos los gustos, minimalistas, frikis, elaboradas, sencillas… ¿Te atreves con alguna de ellas?
Hay ideas para todos los gustos, para los ecológicos que pueden reutilizar las cápsulas del café o recortes de papel para construir un árbol, otras tan sencillas como colocar un largo espumillón o las luces con las que habitualmente decoramos los árboles sobre una pared formando la silueta de un árbol, como si se tratara de un trazo. Para los que les va el rollo rústico unos palos cortados y colocados cuidadosamente pueden dar un toque diferente y formar un árbol alternativo.
También se puede construir algo más sofisticado colgando bolas con hilo de tanza del techo a distintas alturas para formar un bonito abeto. Los que comen por los ojos tienen decenas de opciones con la comida también.
Y los que se resisten a cambiar de árbol pero quieren dar un toque diferente siempre pueden colgar sus mandos de los videojuegos, colgar bolas con motivos matemáticos u optar por “bolas” de warcraft.